martes, 9 de diciembre de 2014

La cruzada de la leche

Recomiendo este artículo que me llegó a través de mi ma
Me pareció interesante!

http://www.revistaanfibia.com/cronica/la-cruzada-de-la-leche/


jueves, 4 de diciembre de 2014

Amor no romántico

Después de ver el capitulo del Tornillo sobre el Amor he escrito esta pequeña reflexión.
 Las chicas buenas no abandonan a sus esposos. Visten de manera adecuada y beben sólo hasta tener el puntito. No fuman. Combinan la ropa interior. No hablan de sexo abiertamente. Esperan a que las llamen y dicen: Yo también, en vez de te quiero.
Las chicas malas que se creen dueñas de su cuerpo y su sexualidad, se creen dueñas de su propia vida, o que se rebelan, siempre se llevan su castigo merecido.
A las chicas malas no sólo las destestan algunos hombres, sino también las mujeres buenas, porque desestabilizan todo el orden “armonioso” de las cosas cuando toman decisiones y rompen con ataduras. Es dificil tener a una de estas a tu lado. O como compañera o como amiga. Hablan alto. Lloran, se rien de manera escandalosa y hacen el amor "con todo". Sin distracción posible.


Las mujeres malas, hemos pensado mucho cómo queremos ser. Cómo nos queremos comportar. Cómo romper con el amor romántico. Hemos de aprender a romper con los mitos, a deshacernos de las imposiciones de género, a dialogar, a charlar, a disfrutar de la gente que nos acompaña en el camino, a unirnos y separarnos en libertad, a tratarnos con respeto y ternura, a asimilar las pérdidas, a construir relaciones bonitas. Tenemos que romper con los círculos de dolor que heredamos y reproducimos inconscientemente. Tenemos que aprender a querer y a ser queridas de otra manera. A hacer la vida agradable a nosotras mismas y a nuestros compañeras y compañeros. Que merezca la pena vivir la vida con nosotras al lado. Que sea más feliz con nosotras al rededor. También hemos aprendido a desear sexo a deshoras, a necesitar follar y masturbarnos. A no sentir celos ni a provocarlos,  a comprender y a ser comprendidas. A querer rompiendo normas, a amar sin medida.
Las feministas no hemos renunciado al amor. De hecho, no tenemos nada en contra del amor, ya que nosotras también nos enamoramos locamente, igual que las demás. Gestionemos ese amor sin obedecer a la norma hegemónica.