Encontré este texto que creo que es de mi amigo Javi Quarter, aqui lo dejo invitándo a la reflexión.
La vida es sabia y perra.
Sabia porque aprovecha la más mínima circunstancia para medrar, para crecer, para resistir. Imagina que eres una mujer, rebelde (no se conforma a las normas establecidas, que para las mujeres suelen ser muchas en cualquier parte del mundo), obrera (necesita trabajar para vivir, digo trabajar, no aprovecharse del trabajo de otros), y además pertenece a un colectivo a los que se suele estigmatizar (racial, social, sexualmente, etc).
Ahora imagina que en alguna parte del mundo algunas de estas cosas que hace o elije esta mujer, son la diferencia entre la vida y la muerte, no como aquí, que serás discriminada, apartada para hacer ciertas cosas, apestada para muchos, pero seguirás viva.
Pues bien, te adaptarías a escenarios realmente brutales, resistirías y
vivirías, pero aquí está lo perro del asunto, juzgarías que alguna
suerte de mérito tienes en relación con las que viven peor que tu, a las
que incluso matan allí por hacer lo que tu aquí. Juzgarías por ejemplo
que tu has decidido no tener hijos y que por eso las que los tienen
viven peor, juzgarías que trabajas y te ganas tu independencia, mientras
que otras mujeres se casan con un hombre que no las respetan, o
juzgarías que tu sexualidad es normal y no te pones en evidencia para
ser censurada. Y es que la vida necesita de todos los recursos
disponibles, y el más preciado de los humanos, cuando al menos se ha
comido un poco, es el mental, la necesidad de correspondencia entre lo
que haces y lo que piensas, la necesidad de tener, encontrar o fabricar
una justificación para lo que haces realmente, pues no es lo mismo
pensar como se vive, que vivir como se piensa.
Y esto es tan perro, que podemos acabar justificando la muerte de otras personas defendiendo la vida de aquí, que es lo que hacemos todos los días con quienes lejos, a veces miles de kilómetros, otras veces aquí al lado pero separadas por la frontera de nuestra indiferencia o nuestra ceguera buscada a propósito, estamos contribuyendo a reforzar su dominación a favor de los mismos que nos dominan a nosotros, pues ellos sí que están globalmente organizados, nosotros solo corremos acosados buscando un agujero donde meternos, tanto aquí como allí.
Y esto es tan perro, que podemos acabar justificando la muerte de otras personas defendiendo la vida de aquí, que es lo que hacemos todos los días con quienes lejos, a veces miles de kilómetros, otras veces aquí al lado pero separadas por la frontera de nuestra indiferencia o nuestra ceguera buscada a propósito, estamos contribuyendo a reforzar su dominación a favor de los mismos que nos dominan a nosotros, pues ellos sí que están globalmente organizados, nosotros solo corremos acosados buscando un agujero donde meternos, tanto aquí como allí.